Me fui a Madrid a pasar mi cumple con los míos. Previamente, las amigas del trabajo me dieron un brindis con pasteles y vino (a dos que cumplíamos años esa semana). Invité a algunos amigos a casa y mi chico me hizo un menú compuesto por tortilla, croquetas, embutidos, hamburguesas, queso, calabacines rellenos, salmorejo y una supertorta que tituló «Volcán de chocolate» por su forma un poco… ¿cubista? Fue un detalle precioso…
Me encuentro hace unos días un mensaje en uno de mis posts de parte de una chica a la que sigo desde hace poco. Escribe un blog llamado La aprendiz de community manager, en el que habla sobre el título de la bitácora: internet, redes sociales, herramientas de marketing online… Resulta que me dio el premio Liebster Blog Award y yo ni siquiera sabía que me leía. Me encantó el detalle…
El sábado 5 fue el día que decidí celebrar mi cumple, aunque yo nací el 6, al final vinieron menos personas de las que había invitado, pero la pasamos muy bien, nos fuimos después a un bar cerca de casa que nos gusta mucho por la atención que da su dueña, y a las 6 de la mañana nos fuimos a desayunar churros con café con leche, mmmmmm Esa fue también la noche de la luna llena grandísima. Una amiga me dijo que cumplir años con una luna así da buena energía. Espero que se cumpla…
A La aprendiz de….le manifesté mi sorpresa por el premio, y me encantó que me dijera que «cuando estás todo el día leyendo sobre marketing y social media, se agradece otro tipo de contenido». Me siento afortunada y agradecida porque es el tercer reconocimiento que recibo, y es un detalle hermoso. Y tengo que continuar la cadena…
Pero como no tengo tanto tiempo como quisiera para escribir, se me han pasado varios días y tengo el borrador de este post en mi libreta,y resulta que una de mis futuras premiadas se me adelantó y me dio un reconocimiento, ¿a que es buenísimo todo esto? mi querida Mer me pilló por sorpresa y me incluyó en su lista de blogs que la inspiran (premio Tu blog me inspira). Total: que se me acumula trabajo. Pero un bonito trabajo…
El día 6 fue un poco de resaca -todo sea dicho- me llamó mucha gente querida para felicitarme y mis padres me cantaron por teléfono Las Mañanitas con la versión de Pedrito Fernández (el de La Mochila Azul de mi niñez). Me encantan Las Mañanitas, es tan mexicano pero muy nuestro también. Además estuve en un juego de basket visto por puro amor (no me produce ningún interés) y una cena romántica para acabar el día. Fue un detalle que yo me quise dar…
Total que «and the Liebster Blog Award goes to»:
A mi querida Mer, no porque se me adelantara la voy a dejar de premiar, sobre todo porque nunca lo había hecho y ya tenía ganas, ¡con lo que disfruto leyéndola!. A Cruz, que tampoco lo había premiado nunca y me encanta la poesía de sus letras e imágenes. A un blog que descubrí hace poco de la mano precisamente de Mer y tiene unos maravillosos relatos, se llama A punto de caramelo y lo escribe Stella Mantrana.
Y ahora los que reconozco por lo que me inspiran…
Un blog que habla sobre búsqueda de empleo y desarrollo personal, dicho así suena simple, pero lo escribe una chica que le pone ante todo el corazón a lo que hace, y a mí me alegra el alma cuando la leo. Se llama Zumodeempleo
Un blog sobre coaching escrito por un andaluz que me sorprende por los temas que toca y su forma de redactar cercana, directa y práctica, Yoriento
Supongo que no debería hacer esto porque ya la premié antes, pero es que la tía me inspira de verdad: Bypills si no te da ideas de decoración, te cuenta cosas curiosas y simpáticas, y si no te ofrece unos relatos preciosos que me sirven como ejemplo de creatividad profusa y bien usada.
Otra, igual que la anterior, Mens es una tía con dos pares de…. te cuenta su historia particular como mujer, joven, madre, y enamorada de la música.
Zambu acaba de sacar su primer libro, cosa que me alegra mucho porque no he leído una prosa tan delicada y bonita como la de ella.
Y alguien que está totalmente perdido, pero Alan Rulf fue el primero que me inspiró para escribir relatos, aunque todavía me esté empezando a soltar.
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Cuando volví el martes al trabajo tenía mi silla decorada con dos globos y una tarjeta de felicitación. No me puedo quejar de los 36 …
Diario de un viaje desubicado 