Descontrucción de razones

Un corte de pelo significa cambio. Muchas veces dicen por ahí que cuando una mujer se hace un cambio de look es porque también quiere un cambio en algún aspecto de su vida, o en todos. Lo que no sé es por qué no se incluye a los hombres en ese principio, mi hermanito por ejemplo, a falta de pelo -se está quedando calvo- juega con su barba, y se hace unas formas, de acuerdo a mi gusto horrorosas, que cada ciertos meses cambia.

Yo hace un año tenía el pelo casi por la cintura, solo me cortaba las puntas, y llevaba con el mismo aspecto unos cuantos años. Un día por estas fechas entré en la peluquería a la que siempre iba y le dije «córtame el pelo por los hombros», me miró sorprendida y me dijo «¿segura? Sí». Y me lo cortó. El desahogo de peso sobre mi cabeza fue notorio, y estaba consciente de que era una forma de expresar lo necesitada que estaba de un cambio de vida. Efectivamente el cambio se dio y me fue creciendo el cabello a lo largo de este año.

Hace unos días me lo volví a cortar, le pedí a la misma peluquera el largo que me dio el año pasado. Luego del corte me acordé del principio aquel que dicen muchas veces y caí en cuenta que precisamente ahora estoy buscando otro cambio en el plano laboral. Es curioso porque antes no me pasaba esto tan seguido. Creo que la treintena me ha vuelto más decidida. O más desubicada, no sé.