Días de verano

A mí no me parecen tan largos.

Es verdad que anochece alrededor de las 21, el sol sigue allí a una hora que en otra estación o lugar del mundo como el de dónde vengo es noche cerrada. Pero hay tanto que respirar que no me alcanza la jornada.

Sentir el sol tirada en la toalla por ejemplo. Es una tarea calma. Primero el calor en la superficie de la piel. Después dejar que los rayos de sol entren de a poco, y que de a poco ocupen su espacio en el ánimo. En el ánimo que va abotargándose hasta dormir los sentidos y sumergirlos en sopor. Se necesitan muchas respiraciones e incluso horas para recibirlos y asimilarlos y vivirlos.

Meterse en el agua con la máscara y el tubo es otro caso. El objetivo del snorkel es ver la vida que hay debajo del agua. Es bonito mirar y encontrar el movimiento multicolor en todas las cinturas y piernas del mundo.

Me gusta cuando veo los bancos de peces que cambian el sentido de su ruta al percibir cercanía. Me gusta también cuando se cruzan distintos grupos en el radio de mi vista. Es una visión de formas y colores cruzándose. Aunque en realidad lo que prefiero del snorkel es el silencio y los fondos claros y las líneas de luz formando redes de rombos que son pentágonos que son hexágonos temblorosos y que brillan y cambian al son del agua.

Si se baja la vista también se ven las líneas de la arena en el fondo, las que parecen estáticas y sólidas si no recuerdas dónde estás. Yo miro la luz y las líneas y la arena y el líquido mientras me escucho respirar, la respiración es el sonido relevante de toda esa escena que tiene la algarabía del mundo real de fondo conversando y riendo, entonces procuro hacerlas más profundas para escucharme mejor mientras mis ojos ven líneas y rombos que son hexágonos. Meditación sin meditar, necesito muchas respiraciones para ello.

Podría nombrar más ejemplos pero sería alargarme demasiado… el viaje que hago con el mundo descrito en el libro. La copa de vino en la cena. El desayuno lento de la mañana y su sobremesa, cuando mi mirada se posa en la tela que cuelga secándose y que me he puesto el día anterior para bañarme.

Es verano y necesito muchas respiraciones.

La vuelta a la tortilla

¿Cómo hacer gracioso algo que no lo es?

Pero si yo he visto en algunas películas que presentan a los personajes que no duermen con los ojos como platos  y la pareja roncando al lado y uno se ríe… En mi caso el que tengo al lado ronca,  yo no tengo los ojos como platos porque prefiero mantenerlos cerrados por el cansancio, pero no me río ni un poquito…

Semana Santa. Cerramos el restaurante desde el jueves y hasta el domingo para tomarnos un descanso. El primer día nos vamos a Segovia de paseo en plan romántico;  me encanta la ciudad, el acueducto, el alcázar, el centro, el tapeo, la alameda, etc. El viernes ya nos vamos a la sierra a ver a la familia de mi chico y al pueblo que visita desde niño. Mucha lluvia fastidiosa (detesto la lluvia), comida rica, vinitos y charlas… Y muchos dulces sueños. De esos profundos que sueñas cosas increíbles. Que te levantas realmente descansado. ¡Que hasta incluye siestas! siestas largas, no las de 10 minutos que duermo yo algunas veces, porque si me paso de tiempo me levanto de mal humor. Aquello era acostarse, ponerse el edredón y a dormir. Chimpúm. No había preparación de meditación, respiraciones yoguísticas ni autoconversaciones de desconexión. No. Llegar y besar el santo, como se dice.

Fueron 3 días durmiendo como hace años no lo hacía.

Pero volví a Madrid y se acabó lo bueno. Y yo quiero más de eso.

Hace 3 años tuve un periodo de insomnio que me duró meses y que mejoró al descubrir la meditación, el detalle es que desde entonces no ha sido igual. Mi sueño es difícil, me cuesta. O me cuesta dormirme al principio, o me cuesta dormirme luego de que me levanto al baño, o sueño que estoy trabajando. Y todo lo que me inquieta en mi vida cotidiana, aunque sea un poco, me afecta el sueño. Me da por ahí, otros tienen dolor de estómago,  o comen mucho o fuman. Yo no duermo bien.

El quid del asunto lo sé, no es que no me autoanalizo ni mucho menos. No sé desconectar de la vida diaria, y tengo una seria tendencia neurótica a PRE-ocuparme. Me pre-ocupo de lo que tengo que hacer en el trabajo al día siguiente… y dos semanas después. De las cosas pendientes de casa. De si he tenido un contratiempo y tengo que resolverlo, de si…. Y entonces ahí vienen los desvelos.

Yo, que cuando era niña y veía publicidad con aquellas supermujeres que hacían de todo y todo lo hacían perfecto y encima sonreían relajadas, quería ser como ellas… Ahora me identifico con el Jack Nicholson de Mejor Imposible, o con la Mónica de Friends, o con la rubia de Modern Family (no recuerdo el nombre).

En fin. Que sigo viendo cómo hago para que esto suene gracioso porque creo seriamente que si uno se ríe de sí mismo la vida es más fácil. Aún no sé cómo, pero esta vez creo que me estoy desahogando con el blog. Podría no publicar,  pero ya que estoy…

Música relajante para el final, de una película maravillosa, a ver si voy desconectando de una vez..

Google

En plan reflexivo…

joseluisavilaherrera.blogspot.com

(ESTO FUE ESCRITO EL 31-12)

Dentro de casi 4 horas termina el año 2010. Qué intenso y qué difícil ha sido, me alegro de que termine. Es una tontería, ya lo sé, al fin y al cabo a las 12 de la noche va a ser igual que ayer a las 12 de la noche o mañana a las 12. Pero es una cosa simbólica para mí, ha transcurrido un ciclo en el que la Tierra le ha dado la vuelta al Sol, y supongo que eso influye en la energía. No me arrepiento del año vivido, pero ya se puede ir yendo de paseo el dichoso 2010 y no volver.

Ha sido el Año del Descubrimiento, la meditación llegó a mi vida y a partir de allí siento que conecto con mi esencia, y las cosas empiezan a fluir: cada día tomo conciencia de algo en mí, virtuoso y defectuoso, me voy dando cuenta de lo que realmente me hace feliz y de todos los sabotajes que también me hago, entonces me voy diciendo aquí hay que trabajar para cambiar, aquí para afianzar. Hay días que estoy hasta el carajo y no tengo ganas de hacer ningún esfuerzo, porque todo esto en realidad se dice pronto pero es muy exigente, y cansa, mental y hasta físicamente… pero creo también que ha sido lo más increíble que he descubierto en mi vida. Y eso que la mayor parte de los días para meditar 10 minutos me tardo 45 en concentrarme.

Y como es el momento de pedir deseos, quiero, quiero de corazón que este haya sido el Año Previo, el año de preparación para un maravilloso cambio, el cambio en el que encuentro mi camino, el año en el que por fin consigo sentir que estoy en mi sitio y desde allí aprender. Cambio, cambio, cambio, me encantan los cambios, y también me dan mucho miedo. Este 2011 quiero que sea el año del Cambio para el Encuentro.