Había muy poca gente bañándose en la playa por la frialdad del agua, es lo que tiene el Atlántico. Por eso llamaba la atención, en una extensión de 10 metros aproximadamente de la orilla solo se veía él, acostumbrando a sus piernas a las bajas temperaturas y mirando el ir y venir de las olas, parecía quererlo desafiar, al mar quiero decir, como dándole a entender «tú no puedes conmigo». O era más bien que el movimiento continuo del agua le servía para reflexionar sobre su vida sin ser molestado por ruidos que le quitaran claridad a sus pensamientos.
O quizás era algo más simple: quería mirar el mar.
Portugal, agosto 2012
Es que un mar, cuando estás en relativa soledad, es todo un compañero de conversación.
Pues no lo había pensado de esa forma Dess, pero tienes toda la razón, el mar parece que te facilitara los pensamientos…
PD: QUé rápido me has leido! No llevaba nicinco minutos publicado 🙂
Estaba en el correo justamente y fue recibir el correo y abrirlo 🙂
El mar para mí es eso, no es la playa en sí, es ir en invierno, cuando está solitario, y dejar que el ruido de las olas te vaya hipnotizando, es una pasada de sensación, marcho a currar, muchos besos.
Muchas veces ni se siente el frío, mientras te acompaña, le hablas, lo escuchas, lo sientes…
Me alegro de tus vacaciones, te extrañaba.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Gracias por extrañarme Stella! La verdad es que siempre quiero escribir con más frecuencia, pero no me da tiempo, así que tengo que conformarme con hacer entradas cada ciertas semanas, no queda otra
Un abrazo!
Querida mía, acabo de hacer la entrada al respecto de Helen y sus boyas, tengo un montón de cosas pendientes de publicar osea que tardará, pero no te preocupes porque te aviso antes.
Gracias por el chivatazo.
Jajajjaajajja vale! Si es que leí la noticia y me acordé en el acto de ti. Buen finde!
Vivan esos momentos de paz!!! Me gusta imaginarte imaginando qué pensaba el hombre.
Un abrazote!
Vaya! pensaba que te había respondido, ¡qué loca!
Si, esos momentos de paz no tienen precio, y más si son en el mar
Besos!!!
Eso lo hago yo con cierta frecuencia, bueno cuando visito el mar que es cada 6 o 7 años. Una pena. Besos.
Qué pena que tardes tanto en ver el mar, con la serenidad que aporta. Yo lo extraño un montón aquí en Madrid